
¡Se acerca Halloween! ¿Y qué hay más representativo de esta festividad que las calabazas? Ya sea como decoración, para tallarlas (si nos gusta el yanqui “way of life”) o simplemente para preparar algún postre… Hoy os contamos cómo cultivarlas fácilmente en el jardín.
Plantar calabazas en nuestro jardín o en un huerto de nuestra terraza no entraña dificultad, sea cual sea la variedad que escojamos. Debemos tener claro que existen más tipos aparte de esa mole naranja que nos viene enseguida a la mente: las tenemos verdes, rayadas… y en tamaños mucho más manejables. Claro que el tipo representativo de Halloween es el primero que hemos mencionado, desde luego. En todo caso, todas las variedades comparten una misma época para su plantación: marzo o abril son los meses adecuados, ya que no se trata de una planta que soporte bien las temperaturas bajas.
Pese a esto, no es imprescindible que esperemos a la llegada de dichos meses. En otoño o invierno podemos plantar las semillas en un semillero, o podemos emplear plántulas que trasplantaremos al jardín en cuanto el frío haya remitido. Si no tenemos claro cuándo hacerlo, especialmente si vivimos en zonas donde las temperaturas pueden cambiar bruscamente de un día para otro, lo mejor es esperar todo lo posible para no dañar a la planta. Ella misma nos dará una pista: en el momento en que haya empezado a desarrollar hojas (basta con dos o tres) será cuando se encuentre preparada para abandonar el interior de nuestros invernaderos y salir al exterior.
Para la plantación en el jardín, es importante que escojamos un terreno donde no haya malas hierbas, puesto que nuestras calabazas pueden llegar a ser muy sensibles a ellas, y que cuente con un buen drenaje: aunque necesita humedad constante, el exceso dará al traste con el cultivo rápidamente. Con colocar un par de semillas en cada agujero tendremos suficientes, cuidándonos de dejar una separación de aproximadamente un metro entre ellos. Finalmente, será en los meses de septiembre y octubre cuando podremos recoger las calabazas en todo su esplendor. ¡Justo a tiempo para la noche de brujas!